Cuando mis alumnos preguntan: "Profesora, ¿por qué hay que estudiar música?", sería interesante remitirles a la siguiente explicación:
La palabra
Música procede del latín
Musica, derivada, a su vez, del griego
Mousike, palabra que tenía en su origen dos significados: uno general que abarcaba todo lo relacionado con la educación del espíritu (colocada bajo la advocación de las nueve Musas o diosas de las artes), que se complementaba con la educación física o
gymnastike, y otro específico de arte sonoro, que es el que ha llegado hasta nosotros. En la antigüedad, por lo tanto el aprendizaje de la música era sumamente importante.
Con estas palabras creo que por lo menos les convenceríamos un poquito de lo importante que es aprender y practicar música. Si todos fuésemos un poco "músicos" seríamos mejores personas, pues al estudiar y practicar música, estaríamos, además de adquiriendo conocimientos y habilidades, educando nuestro espíritu.